Es fundamental evitar el divorcio. Los más
perjudicados son los hijos.
1.- Lecturas Bíblicas: Proverbios 22:6; Colosenses 3:18, 19; Mateo 5:31
ss.
2.1.- Que
al terminar la reunión del Grupo Familiar o Célula, los participantes
reconozcan la necesidad de evaluar cómo anda la relación conyugal.
2.2.- Que
al terminar la reunión del Grupo Familiar o Célula, los participantes asuman el
compromiso de evaluar las consecuencias que una separación tendría para los
hijos.
2.3.- Que
al terminar la reunión del Grupo Familiar o Célula, los participantes asuman el
compromiso de forjar a sus hijos bajo sólidos principios y valores.
3.- Desarrollo del tema :
Una de cada cuatro personas creció en un hogar de
padres separados. La afirmación es de la escritora, Elizabeth Marquardt, autora
del libro:
“Entre dos mundos: las vidas
íntimas de los hijos del divorcio”.
Estas personas terminan replicando, en la mayoría de
los casos, el mismo patrón de vida. Sus hogares podrían terminar en fracaso.
Desde su más tierna infancia encontraron validada la separación como
alternativas para los conflictos conyugales.
Aun cuando se buscan alternativas, las consecuencias
de una separación siguen siendo las mismas, de un lado para los componentes de
la pareja como para los hijos, sin importar la edad.
Les invitamos a considerar el asunto a la luz de las
Escrituras:
2.1.- Los hijos llevan la pesada carga de
las consecuencias
Cuando se producen conflictos en la relación conyugal,
los hijos terminan afectados emocionalmente.
Entre las consecuencias podemos mencionar alrededor de
siete:
·
Rebeldía
·
Dificultad para someterse a los superiores
·
Una alta carga de estrés
·
Inseguridad frente al presente y al futuro
·
Falta de amor, comprensión y tolerancia en
sus vidas
·
Trastornos de sueño y de alimentación
·
Dificultades para manejar los conflictos
Es importante considerar como cónyuges la forma como
los enfrentamientos de los padres terminan afectando a los hijos.
Tenga algo presente siempre:
· Los hijos tienen en mente que sus padres
permanecerán unidos siempre.
· Los niños quieren sentir que sus padres
son felices.
· En caso de tomar la decisión extrema de
separarse, se debe analizar primero la relación con los hijos y los cambios que
éstos pueden sufrir en su forma de pensar y de actuar.
· El niño continuará necesitando de cariño,
de cuidados, de atención, de apoyo, comprensión, etc…
La separación no es ni nunca la solución; por el contrario,
se debe procurar la unidad.
3.2.- El divorcio debe ser la última
alternativa
Si bien es cierto la sociedad secular sin Dios ha
cedido terreno al divorcio, el cristiano no puede dejarse arrastrar por esa
práctica. Nuestra lucha va hasta el último instante, prendidos de la mano del
Señor Jesucristo para salvar el matrimonio.
¿Qué debemos hacer para evitar una crisis y separación
matrimonial? Hay 3 consideraciones que le invitamos a evaluar y asumir:
Hay tres principios muy sencillos que ayudan mucho:
1.- Reconozca
sus errores.
2.- Reconozca
que su cónyuge, al igual que usted, también es débil.
3.- Dialogue
con su cónyuge sobre los puntos débiles que están minando la relación
matrimonial.
Cuando nos despojamos del orgullo, es posible
concertar en procura de zanjar las diferencias. La humildad está asociada con
respeto matrimonial.
3.3.- Es necesario buscar salidas al
laberinto de la crisis conyugal
El orgullo es uno de los principales detonantes de
toda relación. Lleva inevitablemente al divorcio si los cónyuges no ceden.
Avanzar en la búsqueda de una solución, con ayuda
divina, implica que los cónyuges reconozcan de manera particular que el Señor
no ha acabado todavía Su obra en ellos ni tampoco en los de su pareja.
¿Qué debemos hacer?
1.- Reconocer
nuestros errores como cónyuges y pedir perdón (Santiago 5:16)
2.- Cumplir
el rol que le corresponde a la esposa (Colosenses 3:18)
3.- Cumplir
el rol que le corresponde al esposo (Colosenses 3:19)
4.- Reconozca
que el divorcio no está hoy ni nunca en el plan de Dios (Mateo 5:31 ss.)
No debemos perder de vista una realidad: el orgullo
conduce a la radicalización y toda radicalización generalmente es mala. La
humildad es necesaria para perdonar pero, además, para permitir que Dios obre
la sanidad interior en nuestro ser.
3.4.- Es necesario forjar valores frente a
la confusión
En caso de producirse una separación, que insistimos,
es una decisión extrema, los hijos enfrentan el conflicto de aplicar los valores
que aprendieron de sus padres como parte de un proceso natural y gradual.
Deberán enfrentarse a los patrones de vida y valores del nuevo cónyuge que
escojan su padre o madre.
Los niños y adolescentes deberán ser
formados en sólidos principios y valores, como el principio bíblico de
Proverbios 22:6: “Enseña al niño a ser honesto y
cuando sea adulto no dejará de serlo.” Otra traducción
apropiada sería: “Enseña al niño el camino que
debe seguir y cuando sea adulto no dejará de serlo”.
Los fundamentos son esenciales para los chicos y
chicas que se crían bajo un hogar disfuncional.
3.5.- El temor a Dios y la fe, dos
elementos clave en la formación de los hijos
En el caso extremo de que se produzca una separación,
deben tenerse en cuenta los siguientes elementos:
· Se debe explicar a los hijos qué ha
ocurrido ahora que los padres no están juntos.
· Se debe procurar que se afiancen para
seguir adelante
· Se les debe brindar la seguridad de que
siempre contarán con papá y mamá cuando lo necesiten.
· Despejar las inquietudes de los hijos
cuando enfrenten confusión.
· Educar a los hijos en la fe y el temor de
Dios.
Estos son paliativos, por supuesto. Un divorcio—
además de que no está en la voluntad de Dios— perjudica principalmente a los
hijos.
El divorcio no es la solución. El camino es la
búsqueda de Dios en procura de evitar un colapso.
4.- Preguntas para la discusión en grupo:
a.- ¿Conoce
el índice de divorcios de su país?
b.- ¿Proviene
usted de un hogar que hizo crisis y terminó en separación?
c.- ¿Ha
considerado cuáles son las consecuencias para sus hijos si se divorcia?
d.- Frente
a los conflictos conyugales, ¿ha pensado alguna vez en el divorcio?
e.- ¿Qué
papel juegan los principios y valores en los hijos de padres separados?
f.- ¿Por
qué consideramos los cristianos que el divorcio es un recurso extremo para la
pareja?
Escrito por: Fernando Alexis Jiménez
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