Irene Roor, Directora de Movilizaciones, de OM Irlanda, mantiene una pasión
dada por Dios para su trabajo, lo que le da una visión y amplia perspectiva
para futuras planificaciones. Mirando el panorama completo, ella se pregunta:
‘¿cómo podemos mejorar, expandirnos, incluir?’ Estamos aquí para informar, alentar,
hacer que la gente se entusiasme acerca de las misiones. Estamos aquí para ser
los que alientan y llaman la atención al costado del camino: ‘Hey, ¿has pensado
en esto?’.
Las tres ramas del departamento de Movilizaciones de OM -reclutamiento,
personal, y cuidado de las obreros- trabajan juntas para poner “a la persona
correcta, en el lugar correcto, en el tiempo correcto”. Desde el proceso de
reclutamiento al proceso de enviar, pasando por el proceso de administración de
procedimientos y aceptaciones, a los pasos básicos de escuchar, aconsejar y
proveer cuidados, OM busca presentes y futuros obreros.
Uno de los grandes retos en movilizar nuevos obreros es la falta de
conocimiento acerca de las oportunidades disponibles. “Hay un montón de
personas que no tienen idea de que sus habilidades pueden ser usadas en las
misiones,” comparte Irene.
El campo misionero necesita a periodistas y mecánicos tanto como a
evangelistas callejeros. Pero si los recursos no están allí afuera, y nadie es
desafiado a ser un potencial obrero, ¿cómo podrán responder?.
Irene cree que un efectivo departamento de movilización crea entusiasmo e
interés acerca de las oportunidades y a través del Espíritu Santo, se cumple la
tarea.
“A menudo la gente tiene el deseo de compartir el Evangelio de alguna u
otra manera. Tienen la sensación de ¿ésto es todo? ¿habrá algo más? ¿habrá algo
más específico que Dios quiere que haga? La gente está buscando. Por otra
parte, hay personas que no saben que existe un propósito para cada una de ellas
en esta vida. Y después existe gente en medio de éstas dos situaciones.
Movilizaciones está llevando el mensaje de que todos son llamados a las
misiones -ya sea un misionero en casa o en otras tierras. Pero hay un llamado
para cada uno, y puede llegar a ser específico a un cierto trabajo o las
misiones,” explica Irene. Cualquiera sea las habilidades y talentos de una
persona, Dios puede usarla.
Puede haber una motivación externa, pero la interna es la más importante.
Cuando Dios pone en tu corazón ir a algún lugar o cumplir un determinado rol,
toma un paso inicial de fe. “Ponte en contacto con una agencia, especialmente
si estás inseguro, y establece metas alcanzables para ti mismo. Has un viaje
misionero a corto plazo. O si deseas ir algo más que un par de semanas,
considera la posibilidad de un internado,” sugiere Irene.
Como aliento, Irene comparte que “hay una oportunidad para todos en las
misiones. Dios puede usarte para extender su Reino.”
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