“Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le
librará Jehová. El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será
quebrantado”. Salmos 34: 19-20
En mi vida no recuerdo haber visto tantas
situaciones tan difíciles como las que he sido testigo los últimos meses.
Estamos frente a unos tiempos llenos de tribulaciones y de aflicciones indescriptibles.
Por donde voy encuentro personas que están pasando por duros
momentos económicos, familiares, laborales y espirituales. Es difícil para mi
ser testigo de lo que esta ocurriendo, mas cuando me siento incapaz de poder
hacer algo por cambiar lo que nosotros mismos hemos provocado.
Es que no podemos hacernos el del ojo pacho y creer que esto que
estamos viviendo es “un castigo de Dios”, Dios siempre ha sido el mismo de
ayer, es el mismo hoy y será el mismo mañana. Somos nosotros los que nos hemos
olvidado de su justicia, de ser justos delante de El y con esto alcanzar su
libertad.
Si todo el mundo entendiera que necesitamos humillarnos ante Dios y reconocer
nuestra total dependencia de El, como dirían en nuestro país: “otro gallo
cantara”. Pero la realidad es otra. Estamos frente a una generación que no
depende de Dios, aun nosotros mismos, llamados cristianos, no estamos
dependiendo TOTALMENTE de Dios, y realmente todo esto es una lastima, pues
tarde o temprano ese hecho nos pasara factura.
Frente a todo lo que estamos viviendo y de lo cual estamos
siendo testigos Dios me llevaba a reflexionar en el pasaje que leímos al
inicio, en donde la primera frase dice así: “Muchas son las aflicciones del
justo”.
Ahora bien, ¿Que significa justo? Entre las definiciones que nos
regala el diccionario de la lengua española están:
1. Que obra según justicia y razón.
2. Que vive según la ley de Dios.
Me quedare con la segunda definición: “que vive según la ley de
Dios”. Si bien es cierto hoy no vivimos conforme a ley sino conforme a la
gracia de Dios, pero eso no quiere decir que tenemos que desviarnos del
propósito de nuestra vida el cual tendría que ser agradar a Dios en TODO, y
esto es igual a ser JUSTO.
La Palabra de Dios en los versículos que leímos nos menciona que
muchas son las aflicciones del justo, pero la segunda frase nos llena de
aliento y nos dice: “Pero de todas ellas le librará Jehová”.
Eso quiere decir que no importa cuales sean tus aflicciones, si
ERES JUSTO Dios te librara de todas ellas.
La pregunta seria: ¿Estaremos siendo justos?, si yo te
preguntara lo siguiente: ¿Quieres ser librado de tus aflicciones?, rápidamente
y sin dudarlo me responderías: “SI QUIERO”, pero la respuesta la tenemos TODOS
y no se trata solo de una respuesta hablada, sino mas bien de una vida que
agrade a Dios.
La Clave de ser librado de todas las aflicciones es: SER JUSTO.
Ser justo tiene que ver con llevar una vida que agrade a Dios,
una vida que aun con sus errores y defectos anhele por todos los medios de ser
transformado por el poder de Dios para ser delante de El como un olor grato.
Y es que para ser justo solo se necesita vivir como Dios manda y
eso TODOS los sabemos, pero aun cuando lo sabemos, NO QUEREMOS HACERLO.
Amados hermanos,
estamos viviendo unos tiempos en donde necesitamos urgentemente buscar la
justicia de Dios, en donde ya no valen las excusas para tratarnos de justificar
de nuestra falta de justicia. Dios anhela ver un pueblo que se decida a buscar
la justicia a ser justos con Dios y por ende con TODO mundo.
Dios quiere librarte de todas tus aflicciones, no importa que
nombre tengan, pero también anhela ver de tu vida, una vida JUSTA, pues la
Palabra de Dios es clara en afirmar que muchas serán las aflicciones del justo,
pero que lindo saber es que Dios no te olvidara, sino que DE TODAS ELLAS TE
LIBRARA.
Valga mencionar que aun cuando eres justo, las aflicciones
vendrán, el hecho de practicar la justicia no te dejara exento de las
aflicciones, pero tienes que tener la certeza que de TODAS ELLAS te librara el
Señor.
¿Qué de aquellos que aun cuando sabemos que la clave de la
liberación de Dios frente a la aflicciones es la justicia, pero no la queremos
buscar?, ¡Ay! De nosotros.
Es hora de anhelar la justicia, es hora de comenzar a ser justos
hasta en lo mínimo, hasta en aquello que nosotros creemos que no es necesario.
Dios anhela corazones que anhelen la justicia, porque a dichos corazones no se
negara su ayuda.
¿Estas siendo justo?, Examinemos nuestro corazón y ANHELEMOS SER
JUSTOS.
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