I. Amarás a Dios más que a
tu pareja
Los creyentes que se
encuentran en una relación de noviazgo, deben asegurarse que conservan su
primer amor por Dios y que lo mejor de su tiempo y de su devoción será
dedicados a El. Cuídate de no hacer de tu pareja un ídolo ( Exodo
20:3-5)
II. La meta del noviazgo es el matrimonio
Toda relación de noviazgo
tiene un como único y final objetivo el santo matrimonio. Cuando una pareja
decide empezar esta relación, es porque ambos han entendido que están
comprometidos para pasar juntos el resto de sus vidas. Por eso, no se debe
empezar un noviazgo, si antes no hubo un tiempo prudente de conocimiento mutuo,
a través de una amistad cercana.
III. No fornicarás
La biblia dice que el
creyente debe huir de la fornicación (1
Corintios 6:18). Los novios cristianos deben mantenerse alejados del
pecado. Las relaciones sexuales antes del matrimonio son un pecado que traerá
consecuencias negativas a la pareja.
IV. Eviten estar ambos solos
Con el fin de no exponerse
a una situación pecaminosa, los novios deben evitar estar solos en un lugar.
Para este efecto, es mejor estar siempre acompañados de amigos o familiares o
de una persona que pueda servir de chaperón.
V. Muestre respeto mutuo
El respeto, junto al amor,
constituyen la base donde se fundamenta toda relación matrimonial. Por eso, el
noviazgo esta supuesto a ser una etapa de armonía e ilusión y cuando se cruzan
las lineas del irrespeto, entonces la pareja está sentando las bases para un
fracaso. Donde no existe el respeto, no puede haber una relación saludable, ni
duradera.
VI. Hablar de los temas sensibles
Como toda relación, los
temas sensibles (si los hay) deben hablarse con apertura, transparencia y
respeto. Cuando se evita tocar los temas “incómodos” entonces, es muy peligroso
de cara al futuro. Tarde o temprano lo que no se resuelve conversando, será
motivo de discusión y de crisis.
VII. Ahorren dinero
Como parte de la
preparación para una eventual boda y para la formación de una futura familia,
es importante ahorrar dinero. En este sentido si ambos están trabajando, deben
ponerse de acuerdo en cuanto a las cuentas, gastos y los ahorros. Para mejores
resultados en cuanto a las finanzas, ambos deben estar comprometidos para
llevarlo a cabo.
VIII. Busquen un mentor
Como parte de la
preparación para el matrimonio, es de vital importancia que los novios puedan
tener una persona (o una pareja casada) que pueda servir de mentores y a
quienes se les pueda rendir cuentas. Estas personas deben ser cristianos
maduros y de buen testimonio para guiar a la futura pareja durante el noviazgo
y el matrimonio. Para que la tarea de los mentores sea efectiva, se debe
procurar la mayor sinceridad y transparencia departe de los novios. Asimismo, se recomienda charlas prematrimoniales
para que la futura pareja pueda tener una perspectiva más amplia y objetiva, de
la decisión que han tomado.
IX. Conoce la familia de tu pareja
Entendiendo que todas las
familias son diferentes, es importante procurar conocer a la familia de la
pareja. Sobre todo a los padres, hermanos o la persona que representa su
autoridad . Aunque en algunos casos esta figura de autoridad puede ser un
hermano mayor, los abuelos o los tíos. Sea cual fuere, es saludable poder tener
un conocimiento cercano de los familiares, pues cuando una pareja se casa,
establece una relación con la nueva familia.
X. Tener expectativas claras
Expectativas claras nos
evitan malos entendidos y decepciones. Por eso como parte del noviazgo, es
necesario hablar de las expectativas que tienen el uno del otro. Así, ambos
pueden saber que esperar y que no esperar cuando lleguen al matrimonio. En este
sentido es muy importante, aclarar cuales son las expectativas en cuanto al
dinero, los hijos que quieren tener, la frecuencia para visitar a la familia,
etc. A partir de allí se pueden establecer acuerdos y así se evitarán un sin
número de conflictos y desilusiones.
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