Huye también de las pasiones
juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los de corazón limpio invocan al Señor. (2 Tim. 2,22)
Se encuentran diferentes y variadas debilidades en un
joven. Por ejemplo, el poco respeto por los adultos y el
fácil desprecio a su padre o madre. Pero la Biblia nos enseña algo
totalmente diferente. Timoteo, colaborador de Dios, se le pidió exhortar a
personas mayores como el padre que exhorta a un hijo.
Asimismo, a no ser rápido y condescendiente, ya que uno se
vuelve injusto en el trato con su prójimo. Por eso dice: Huye también de
las pasiones juveniles y sigue la justicia. Sé justo en
tú comportamiento y la forma de tratar al prójimo, ya sean ancianos o
jóvenes. Esto es solo uno de tantos ejemplos.
Sigue la fe
En la carta de Santiago, está escrito que la duda es lo mismo
que el doble ánimo. Uno quiere esto pero también quiere lo otro. Uno desea la
fe, pero también las ventajas que ofrece el mundo. ¡Uno está dividido en
sí mismo y tiene un doble ánimo! Comienza a titubear y tambalear
en todas direcciones como las olas del mar. ¿Acaso estas no son
pasiones juveniles también?
Sigue la paz
Cuando uno es joven quiere destacarse, y tiene fuertes
opiniones en lugar de buscar la paz. Ésta también es una tendencia de
las pasiones juveniles.
Sigue el amor
Por supuesto, también
hay fuertes pasiones cuando se trata del sexo opuesto. Pero, ¿De dónde
tenemos que huir? ¡Tenemos que huir del egoísmo!
Dios creó todo hermoso. Todo
lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos. (Eclesiastés 3:11) Así es la
gracia que está sobre tú vida. Cuando leemos la Palabra de Dios podemos
oír lo que tenemos que hacer para que cada aspecto de nuestra vida sea
hermoso.
Es horrible cuando se actúa con egoísmo. Por ejemplo, el deseo de los ojos: uno
mira y coquetea por aquí y allá. ¡Esto no es amor! Tienes que
seguir el amor. Podemos leer sobre el amor en 1 Corintios 13. ¿Es el
amor entre un hombre y una mujer otra clase de amor? ¿Es solo más
egoísmo? No, por supuesto que esto es amor. Amor que puede dar y
ofrecer, que sabe de responsabilidades y obligaciones.
Esta mutua fuerza impulsora entre el hombre y la mujer debe estar al servicio
de lo que es bueno y hermoso; es decir amor y vida, en el contexto de
un hermoso matrimonio. Las circunstancias tienen que estar dentro de
este contexto, y no en un egoísmo patético donde uno solamente usa y
después bota.
¡Huye de las pasiones juveniles!
¡Involúcrate en este trabajo! ¡Comprométete! Todo lo
que siembras, segarás (Gálatas 6, 7). El bien que haces
cuando eres joven te beneficia ricamente en el futuro.
0 comentarios:
Publicar un comentario