
Escoge
amigos que beneficien tu alma, amigos que realmente puedas respetar, amigos que
quisieras tener junto a ti en tu lecho de muerte, amigos que viven la Biblia y
no tienen miedo de hablar de ella contigo, amigos de los cuales no te
avergonzarás cuando venga Cristo, y llegue el Día del Juicio.
Nunca te hagas muy amigo de alguien que no es
amigo de Dios.
Entiéndeme,...