Son
casi 125 años de presencia evangélica en El Salvador, un país históricamente
católico y en donde la población evangélica está en crecimiento
“En
algún tiempo fuimos grupo minoría donde estábamos excluidos de muchas
situaciones, dice Jorge Aguirre, pastor de la Iglesia Gamaliel.
“Si, se ha
experimentado un recorte bastante sustancial en la brecha de las dos
religiones”, dice el periodista Jonathan Laguan.
Laguan realizó
un sondeo titulado “¿Hay más evangélicos que católicos en El Salvador?”
“Hace 14 años
básicamente, la división entre católicos y evangélicos era alrededor de un 25%
a 30%, ahora se ha visto reducida a un 10% que es un crecimiento bastante
importante”, comenta Laguan.
El Salvador es
el segundo país más violento del mundo, en este contexto la devoción a la
Iglesia Evangélica está creciendo.
“Creo que es por lo que las
iglesias hacen con los individuos en un país que esta moralmente dañado y
necesitado, familias destruidas y quiérase o no la Iglesia Evangélica en
general llena estos vacíos”, opina el pastor Aguirre.
El aumento
de creyentes evangélicos ha llamado la atención al estado salvadoreño, que
constantemente incluye a la Iglesia Evangélica para conocer su opinión sobre
políticas públicas.
“Para que
seamos parte de las estrategias que el gobierno piensa realizar para de alguna
manera disminuir o en la medida que sea posible anular toda vorágine de
violencia que tanto dolor y sufrimiento ha traído al país”, precisa Mauricio
Navas, pastor de la Iglesia El Camino.
En la Asamblea
Legislativa salvadoreña se encuentra en discusión una propuesta para que el
estado reconozca en su constitución a la Iglesia Evangélica.
“Tenemos un
Día de la Biblia, tenemos un Día de la Oración y esos son logros del pueblo
evangélico”, indica Aguirre.
La Iglesia
Evangélica en El Salvador es reconocida por sus acciones sociales: dan alimento
al necesitado, brindan alivio en tragedias, apoyan derechos humanos en pro de
la vida, el agua y la familia.
“Lógicamente
hay mucho más que hacer, hay que cambiar la ley, cambiar las leyes para que la
gente tenga realmente temor de hacer el mal, pero a la vez darle oportunidad a
la gente para el desarrollo, para el crecimiento”, comenta el pastor Numa
Rodezno.
La
tendencia de la Iglesia Evangélica es al alza, y aunque la religión católica
sigue siendo dominante en El Salvador, los retos de los evangélicos tienen un
claro objetivo:
“Nuestra
batalla, dice la palabra, que no es contra sangre y carne, sino contra vueltas
espirituales de maldad y nosotros tenemos que trabajar para que el evangelio
avance: la palabra de Dios”, dice Aguirre.
“Si nosotros
promoviéramos el amor entre el matrimonio, el respeto matrimonial, el no
divorcio, el respeto a los hijos y el respecto a nuestros hijos, nosotros
podríamos catapultar a nuestra sociedad en la próxima generación para tener un
gran desarrollo en nuestro país”, concluye Rodezno.
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