¿Cómo puedo tener un
noviazgo próspero, que aunque no termine en matrimonio al menos no quebrante la
amistad con las chicas con quienes salgo?
Me parece excelente su pregunta y ojalá más
jóvenes pensaran como usted.
Voy a emplear tres o cuatro palabras claves. En
primer lugar, cuando quiera invitar a una señorita a salir con el fin de
conocerla y saber si ella puede llegar a ser la novia que Dios tiene para usted
en el futuro, quiero usar la palabra CORTESIA.
La cortesía es una señal de amor genuino, no
necesariamente amor matrimonial, sino el amor que Dios nos da, el amor que
debemos tener por todas las demás personas; hombres y mujeres.
Emerson dijo: "Las buenas costumbres se
componen de pequeños sacrificios". Y la cortesía consiste en hacer
pequeños e insignificantes sacrificios que demuestren nuestro interés hacia la
otra persona.
La segunda clave es CONVERSACION. Para crear una buena amistad no hay
nada mejor que la conversación positiva y constructiva. Hay un viejo dicho que
se encuentra en la Biblia que dice:
"No erréis, las malas conversaciones
corrompen las buenas costumbres" (1Corintios 15).
Si usted quiere salir a paseas con señoritas y
mantener una relación amable y positiva, haga conversaciones constructivas y
edificantes, que ayuden a la otra persona.
La tercera clave es CONOCIMIENTO o INFORMACION. En este día moderno
todo el mundo está interesado en conocer, aprender, en tener más información.
Usted puede resultar muy interesante para las señoritas que desea sacar a
pasear, si tiene suficiente información para hablar de diferentes temas.
Pero quiero hacerle una advertencia: el hecho de
que usted tenga mucha información no quiere decir que deba acaparar la
conversación. Mucho cuidado con esto, pues también es muy importante escuchar.
Y no hay mejor conversación que aquella que comenzamos con una pregunta.
La cuarta palabra que voy a usar es ESPIRITUALIDAD. Si usted es un cristiano de verdad y quiere llegar a
conocer a la joven que va a ser su esposa, el mejor índice es la
espiritualidad. Debe ser un muchacho noble, que ama a Dios y que tiene a Cristo
en su corazón.
Si practica estos cuatro pasos va a lograr muchas
amistades y finalmente Dios le va a mostrar cuál es la señorita que ha de ser
su futura esposa. Escrito por Luis Palau
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