Si
uno siente atracción por alguien del sexo opuesto reflexione, de la forma más
objetiva posible, sobre su carácter, atributos, moral y forma de actuar, entre
otras cosas.
Al enfrentar una situación de ruptura en una
relación romántica que nos causa dolor y ansiedad, hay varias medidas útiles
que se pueden aplicar para propiciar el proceso de superación de esos
sentimientos.
No se debe olvidar que, en última instancia, son sentimientos
que impiden nuestro buen desarrollo emocional y social.
En primer lugar, y aunque parezca obvio, es
importante decirlo: Deje de frecuentar los lugares en los que es posible
encontrar a su antigua pareja.
Al hablar con jóvenes, es usual que manifiesten
que les es difícil olvidar debido a que «por casualidad» suelen encontrar al
otro en todas partes.
Mi recomendación ordinaria es que haga una
autoevaluación para determinar si, más bien de forma inconsciente, hay una
búsqueda del otro y, por lo tanto, asiste a los lugares en los que se puede dar
un reencuentro.
No importa cuánto nos guste ir a ciertos lugares,
al menos hasta que la herida sane, es mejor evitar de forma consciente esos
reencuentros.
Busque otros ambientes, otros círculos, relacionarse
con nuevas personas, y no con fines románticos sino diversificando y
profundizando relaciones de amistad.
Además, si usted considera que le está siendo
especialmente difícil superar este trance, piense en la posibilidad de buscar
la ayuda de alguien que de forma profesional le pueda guiar en un proceso que
le permita ser libre.
Determine si más bien, de forma inconsciente, hay
una búsqueda del otro.
En última instancia, solo de modo intencional, a
través de la racionalización y el planeamiento, es posible superar una relación
que nos ha lastimado.
A través de este proceso podemos aprender las
valiosas lecciones que esta experiencia nos puede dejar y aun más, caminar
hacia el aprendizaje de lo que realmente significa amar y ser amado.
Camine hacia el aprendizaje de lo que realmente
significa amar y ser amado
Podemos decir que una verdadera recuperación e
interiorización de nuevas formas de relacionarse sanamente, se inicia con la
decisión consciente de superar la crisis, fortalecer las amistades existentes,
propiciar nuevas relaciones de amistad, asumir una actitud nueva fundamentada
en una autoimagen saludable y, por último, amar y dejarse amar bajo una
correcta concepción de lo que verdaderamente es el amor.
Ahora bien, en este punto se preguntarán:
Entonces, ¿cuál es la verdadera cara del amor? ¿Cómo amar y ser amado
correctamente?
Aunque en las páginas que siguen vamos a hablar de
forma más concreta sobre la verdadera cara del amor en una relación romántica,
contestaré a esta pregunta con la descripción más acertada que conozco de lo
que es amar (1 Corintios 13.47, TLA):
El que ama tiene paciencia en todo, y siempre es
amable.
El que ama no es envidioso, ni se cree más que
nadie.
No es orgulloso.
No es grosero ni egoísta.
No se enoja por cualquier cosa.
No se pasa la vida recordando lo malo que otros le
han hecho.
No aplaude a los malvados, sino a los que hablan
con la verdad.
El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo
todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo.
Esta descripción de lo que significa amar, es el
recurso más importante del que uno se debe apropiar a fin de satisfacer esa
necesidad afectiva inherente a todo ser humano, sin caer en relaciones amorosas
usualmente erotizadas que causan dolor.
Uno de los puntos más importantes para evitar
involucrarnos en relaciones poco saludables es sumar a los sentimientos
inteligencia.
Cuando me refiero a la inteligencia en el amor, lo
que les planteo es que se tomen el tiempo para conocer a las personas que les
rodean.
Si uno siente atracción por alguien del sexo
opuesto reflexione, de la forma más objetiva posible, sobre su carácter,
atributos, moral y forma de actuar, entre otras cosas.
Reflexione en cómo podría resultar una relación
con miras a un futuro compromiso entre ustedes.
Cuando usted se enamora, a menudo lo hace de algo
que le atrae de la otra persona, pero cuando se casa, se casa con un carácter,
con una forma de ser, con las costumbres aprendidas.
Por eso, añada inteligencia y objetividad al
enamoramiento. Pregúntese: ¿Me veo conviviendo con una persona así? ¿Me agrada
la forma en que se relaciona con sus padres?
Estoy seguro de que ya se ha preguntado qué tienen
que ver los padres en su relación romántica. Un día usted será parte de ese
círculo íntimo y será tratado en función de esa forma particular de
relacionarse.
El amor no es ciego, el amor piensa y es capaz de
proyectarse en el tiempo.
Fuente: sigueme.net
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