“…ES EL TIEMPO DE BUSCAR AL
SEÑOR…” (Oseas 10:12)
¿Cómo está tu vida de oración?
El lugar de oración es
donde te encuentras con Dios para que Él te instruya, te corrija, te limpie, te
ame, te edifique y te prepare para hacer su voluntad. Puede ser en cualquier
parte, ¡pero tiene que ser en alguna
parte!
Puede ser en cualquier
momento, pero hay que apartar un tiempo específico. Sin oración, ¿de dónde vas a sacar las
fuerzas? Trabajarás
cada vez más duro y rendirás cada vez menos, porque lo harás en tus propias
fuerzas. Pero si oras, te esforzaras menos y abarcarás más, porque operarás en la fortaleza de Dios.
Si pasas horas viendo
la televisión y dices que no tienes tiempo para orar, “…es tiempo de buscar al
Señor…” Si estás
viviendo tranquilamente con pecados que antes te incomodaban “…es tiempo de buscar al
Señor…” Si estás
hablando palabras de amargura a alguien que te ha herido, “…es tiempo de buscar al
Señor…” Si
conseguir bienes materiales te consume tanta energía que no te queda nada para
Dios y tu familia“…es
tiempo de buscar al Señor…”
La iglesia del Nuevo
Testamento creció con tanta rapidez que los apóstoles se encontraron sin tiempo
para orar. Entonces dijeron:
“…No es conveniente…” (Hechos 6:2 Biblia de las Américas). ¡Ahí debes comenzar! Si no estás
dedicando tiempo a orar, eso se reflejará en tus actitudes y tus acciones. ¿Qué hicieron los apóstoles?
Dijeron: “…Nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la
palabra…” (Hechos 6:4). Y
mira lo que pasó: “…La
palabra del Señor crecía y el número de los discípulos se multiplicaba
grandemente…” (Hechos 6:7). Si
has llegado hasta aquí a pesar de la poca oración, o de haber sido inconstante
orando, o de no orar en absoluto, considera lo lejos que llegarías si oraras.
Fuente: devocionalescristianos.org
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